Buenos días perros y perras, como es principio de año y no me apetecia una mierda escribir he decidido hacer un copia pega de un articulo que me ha gustado mucho. FIN.
Sin agua y jabón no hay bajada al pilón
Anda que no nos gusta proporcionar y que
nos proporcionen sexo oral, pero les digo que yo no me meto en
berenjenales sin asear. Ni me dejo hacer teniendo mis partes como el
coño de la Bernarda. Yo, desde luego, sin agua y jabón no me bajo al
pilón. No digo que en esos momentos tan fascinantes de aquí te pillo
aquí te mato con un partenaire de confianza, me salte la operación higiene, pero para todo lo demás, limpia, fija y da esplendor, como la RAE.
No es lo mismo una polla curiosa que una poco ventilada que huele que alimenta. Está claro que el sexo huele y punto,
y así ha de ser. Pero otra cosa es que el asunto de la mandarina huela
mal. Si yo no consiento que se amorre nadie si me huele a calamidad, le
exijo lo mismo al dueño del pene que voy a hacer mío.

No hace mucho me vi en el desagradable
panorama de ir bajando para hacer lo propio y al aproximarme a las
inmediaciones del falo he empezado a notar una aire caliente, cargado y
casi nauseabundo que me dieron ganas de suicidarme. Ipsofacto me eché
p’atrás y no me quedó otra que dar media vuelta y volverme por donde
vine. Disimular, hacer como si nada, pasarme a los besos, las caricias ,
los tocamientos o consumar el coito rapidito. Porque si no hay
demasiada confianza la verdad es que me resulta un tanto violento
decirle “te huele fatal”. A bacalao, a pescado podrido, a pilila sucia como dice mi madre.
Independientemente de si hay que
ponérselo o no, se recomienda ser
particularmente higiénico cuando con quien se practica el sexo oral es
con un@ desconocid@ o con personas que no son una pareja estable para
evitar las puñeteras enfermedades de transmisión sexual. La cosa es bien fácil, nada de rituales imposibles y liturgias enrevesadas.
Ellos
En el caso de ellos basta con una ducha
cotidiana y aplicarse agua y jabón a gusto del consumidor en toda la
zona exterior del pene, los testículos y el vello genital, además del
perineo y el ano. A ver si hay suerte.
En los hombres no circuncidados, dentro del prepucio tiende a concentrarse una secreción blanca llamada esmegma,
que con el tiempo provoca mal olor e incrementa el riesgo de
infecciones. Es de agradecer para la pareja evitar que se amontone esa
sustancia, por lo que hay que lavar retirando hacia atrás el prepucio y
aplicando, con cuidado, agua en la cabeza del pene. Después de la
ducha, dejen la zona genital bien sequita.
Ellas
En el caso de ellas, la ducha o baño
cotidiano con agua. Unos dicen que hay que enjabonar, otros que hay que
aplicar jabón íntimo con un ph neutro, y otros tantos que con agua vamos
que nos matamos. Una vez terminad@ la ducha o el checo checo, sequen bien la zona para que las humedades no deriven en indeseables infecciones. No querrá tener candidiasis vaginal.
La persona que vaya a bajarse al pilón puede, aunque no es obligatorio, cumplir con su parte de higiene, en este caso la limpieza bucal.
Dientes limpios y sanos para evitar
transmitir bacterias y posibles infecciones a los genitales. Aunque los
expertos dicen que sí, opino que después de tener sexo oral, no es
necesario que hombres y mujeres nos lavemos inmediatamente. Es una forma perfecta de romper la magia del momento. Salvo que eso sea precisamente lo que buscan.
Sean limpios y aseados. Que nadie les diga que nada le huele a lonja.