Los preFEridos
Estaba leyendo en la cama y debido a la falta de brazos me ayudaba de un “chindogu”, un artilugio
oriental que muchos catalogaríais como "friki" pero que resulta funcional a más no poder. Aquí hay algunos ejemplos (mi teoría
es que la bata-manta se inspira en estos “gadgets” tan creativos):
Chindogus de ayer y hoy
Como decía. Estaba en la cama con mi chindogu, leyendo el
libro del Wyoming. Tras varias sonrisas cómplices de precalentamiento, cual
adolescente metiendo poco a poco la mano bajo una camiseta para tocar su
primera teta, me encuentro con un párrafo que me lleva directamente a una
sucesiva serie de carcajadas (6.5 en la escala que sea). Tal es el descojone
que me veo obligado a incorporarme para no morirme de la tos.
A tomar por culo el chindogu. A tomar por culo Japón.
El párrafo empezaba con la siguiente oración: España, es el país preferido de la Virgen. Menuda putada, pensé. Ya es un marrón que te eche el ojo un
magnate que quiere construirte una mega ciudad de casinos al lado de casa, pero
una virgen con superpoderes…
La virgen es esa figura a la que se le reza para que llueva
en épocas de sequía. Sin resultado alguno. En cambio, en Semana Santa, cuando
multitud de creyentes vuelcan todo su fervor en ella, va la tía y hace que
llueva a cántaros. Eso amigos míos, en mi pueblo se llama vacilar al personal.
Me quedo con el magnate, con él por lo menos se puede fumar. Además, siempre he
sido más de fiesta pagana (hay mucho más cachondeo y menos recogimiento… palabra chunga donde las haya).
La cuestión es que ya sea por chistosos caprichos
meteorológicos, o por escasez de fe en lo etéreo y prohibitivo, he llegado a la
siguiente conclusión: o no hay dioses o están por todas partes, como los charlies. Eso de un solo dios se me
queda cortito. Las deidades están allí donde cada cual
quiera ver una. En un árbol, un río, un chiste de Gila, una hamaca de velcro,
una cupletista venida a menos o una botella de agua casi vacía que alguien ha dejado en la nevera sin consideración alguna por el sediento que venga detrás.
Cuando digo cualquier cosa, es cualquier cosa.
Porque lo bueno de la espiritualidad y las creencias es que
son de cada uno. El problema viene, cuando unos pocos (normalmente bien armados
y con mucha pasta) obligan al resto a creer en lo mismo. Pero eso queridos
amigos, es otro sermón.
Escrito a mano by Pollo sin brazos.
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