¡Arranca el Show!
Vuelta al ruedo! Sí señores, el show de las elecciones ha
vuelto a nuestras vidas. Arrancan los espectáculos diseñados para captar
votantes, para conseguir "negocio
"
Y ese gran proyecto comienza con la primera pieza que es la
pegada de carteles. Hoy pondré mi vista en los inigualables carteles
electorales. Este año han optado por primeros planos con especial protagonismo
del elegible. Parece que el símbolo, el logotipo, el nombre e incluso el
mensaje pasa a a un quinto plano. Parece una campaña dirigida a promocionar al artista no a su actividad, no a su labor.
Por ello, resulta complicado realizar un análisis o crítica
sobre el mensaje pero creo que se puede sacar jugo a las fotos. Parece que en
este año, los asesores de imagen de campaña han sido rescatados de la alfombra
roja del hollywood de los años 60 del siglo pasado. Han rescatado el
polvoriento álbum familiar del desván de
la abuela y han elegido las fotos de la primera comunión.
El potochof ha creado verdaderos esperpentos de nuestros
políticos, les han retocado y convertido en verdaderos espíritus
angelicales (Igual es por la proximidad
de las fiestas navideñas). Algunos de ellos miran hacia el cielo con una bella
sonrisa que atrae a los buenos espíritus. Otros buscan al espectador con sus
ojos buscando carne fresca y todos ellos, muestran sus facciones dulcificadas
invitan al enamoramiento, poses limpias, anhelan el acercamiento de almas
cándidas. Todas ellas edulcoradas pero tan falsas como un euro de chocolate.
Pero quién demonios ha elegido esas fotos, esos retoques
antinaturales, esas poses "divinas"? Es esa la forma de acercarse al
pueblo de forma natural? No esperaba que se hicieran fotos antes del primer
café de la mañana de un domingo resacoso pero oiga,que ni las top modelo del
anuncio de trictoria sicret están tan retocadas y forzadas.
No obstante, igual es la campaña más sincera de todas, igual
esas imágenes son la verdad que nos quieren contar:todo es mentira señoras y
señores, todo lo que les vendemos es tan artificial como nuestras sonrisas y
nuestros rostros.
Queda inaugurada la corrida, que comience el paseillo. Disfrutaremos del show hasta que alguno de
ellos sacrifiquen nuestras vidas en la próxima legislatura.
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