sábado, 3 de septiembre de 2016

Aprendices a turno completo by La PutaVieja


Aprendices a turno completo



Cada día vemos en los medios de comunicación, el incremento de desempleados que crece como la espuma. Y es que la destrucción de puestos de trabajo es cada vez más radical. La amortización de puestos, la sustitución de los mismos por tecnología, modernidad, maquinarias y por supuesto por la explotación de los que mantienen su puesto de trabajo normalmente en precario o con exceso de presiones.

Pero hay otra forma de ahorrar puestos de trabajo y es a costa del usuario. Cada vez es más normal (y mira que me jode que estos temas se estén convirtiendo en algo normal), que en las gasolineras no haya personal para llenar nuestros depósitos y en algunos casos ni tan siquiera hay quien nos cobre, lo hacemos nosotros mismos. 



Cada vez visitamos menos las entidades bancarias y no porque hayamos optado por guardar bajo el colchón nuestros ahorros por falta de confianza en los bancos y banqueros. Hoy las gestiones las realizamos a través de internet o directamente en los cajeros y es más, los mismos empleados (imagino que obligados por sus superiores) te animan a hacerlo así, en lugar de visitar la ventanilla como siempre se ha hecho.

Los servicios tecnicos de reparación de nuestras redes telefónicas, informáticas y similares, a través de una llamada de teléfono (que normalmente corre a nuestra costa), te obliga a mover cables, pulsar botones, buscar en tu Pc conexiones que a algunos (como es mi caso, anciana ignorante de las novedades informáticas) nos parecen imposibles y desesperantes.


Cuando necesitamos de la ayuda de servicios más tecnicos, como cuando se nos rompe la lavadora, las cañerías se obstruyen, o los cables o interruptores dejan de prestar su servicio y nos dejan en la más absoluta de las oscuridades, ya no aparece un técnico y un ayudante. Algo que normalmente hacían dos personas, ahora lo hace un único técnico pero eso si, acaba el usuario ayudando en lo que puede, primero por evitarle mil pasos que ralenticen su actividad o bien por sentirse tan reflejado en lo que hace él como uno mismo en su puesto de trabajo.

Incluso en la sanidad, en muchas ocasiones ya no hay que pasar por el mostrador de atención al usuario. Hoy nos derivan a las máquinas, a las llamdas telefónicas atendidas por incómodas maquinas carentes de sensibilidad y de oido o al dichoso internet.
Así, los usuarios desempeñamos funciones que en años anteriores, eran realizados por empleados, asalariados. Y todo ello por la amortización de puestos de trabajo conseguida por la indiscutible sobre explotación de los que afortunadamente tienen un trabajo quienes han de realizar doble trabajo, más inseguro y con horas extras no bonificadas ni reconocidas. Pero también los usuarios acabamos relaizando esas fucniones ante la ausencia de quienes nos lo deberían prestas y sin ver por ello reducido el precio del servio o cualquier otro beneficio por los servicios prestados.

¿Quién no se ha llenado el depósito corriendo algún que otro riesgo que como profanos en la materia desconocemos? ¿Quién no ha enloquecido en internet buscando dónde y cómo obtener una cita o bien ha terminado desesperado al realizar mil llamadas a un servicio atendido por una grabación? E incluso, ¿quién no ha colaborado como aprendiz para echar una mano al electricista, al fontanero o al tecnico del frigorifico averiado?



Así es, en las empresas se ahorran salarios a costa de los usuarios mientras siguen destruyendo empleos, explotando a sus asalariados y eso sí, obteniendo igual o mayores beneficios empresariales que normalmente acaban desembocando en sus bonus, en sus bolsillo y no en la mejora de la empresa.

Creo que esta sociedad no evoluciona más bien al contrario, retrocedemos a tiempos de servidumbre y esclavitud. !!!!Qué mundo!!!!

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