Hola a tod@s
Mi nombre es Pollo Sin Brazos, un título que
como se aprecia a primera vista, fue fruto de largas jornadas de reflexión.
Me gusta ser sarcástico, o irónico, a veces
nos distingo bien la diferencia.
Ya desde pequeño fui bastante avispado,
enseguida me di cuenta de que no era como el resto de los pollos. Yo escuchaba
techno y ellos eran más de 40 Principales.
No tengo una edad definida, pero dicen que
puedo interpretar papeles desde los 8
años a los 53… y no sé por qué me lo dicen, porque no soy actor.
Por cierto si alguien va de listo y se
pregunta como es posible que haya tecleado este texto, que sepa que existen
maravillosas aplicaciones que escriben lo que les dictas a la ferpección.
Creo que algunas psicopatías pueden ser
divertidas y otras no. Por ejemplo pensar que eres capaz de volar, no mola. Te
das cuenta al primer intento. Pensar que puedes y debes hacer feliz a todo el
mundo, es una psicopatía que tampoco mola. Tu cuerpo segrega estrés emocional
en grandes cantidades, y eso, puede provocar la caída del pelo de la cabeza y
el de la espalda. En cambio, ficcionar la realidad, es una alteración
psicológica que sí considero positiva y beneficiosa.
Mis psicopatías son muchas y variadas. Desde
pequeño desarrollé una autentica animadversión hacia las mandarinas y en
concreto hacia su olor. No soporto los dramas innecesarios ni las tonterías
pre-puber, ni tampoco la gente que habla constantemente de sí misma, por eso,
desde este preciso instante, dejo de hablar de mí para pasar a compartir (ya
sabéis que compartir es vivir) contenidos culturales… que en la gran mayoría de
los casos, serán musicales. Conciertos, festivales, sesiones, discos,
exposiciones, acciones reivindicativas y en general todo lo que se me ponga en
la punta del pico, que para algo lo tengo, digo yo.
Os invito a que participéis de las cosas que
os cuento, porque 2, 3 o 28, siempre serán mejor que 1. Dejó aquí constancia
gráfica y metáfora visual, de lo importante que es colaborar.
Me despido de vosotros no mandando un abrazo,
sino un refrote, que es lo mismo que un abrazo, pero sin brazos. Os propongo
que lo probéis con amigos, familiares, parejas y amantes… queda muy raruno pero
mola. Incluyo a modo de cierre el videoclip oficial de “Open Eye Signal” una hipnosis
electrónica imaginada e interpretada por el productor y músico londinense Jon
Hopkins.
Un temón que me pone la piel de gallina (ideal
cuando un pollo quiere travestirse y no tiene un pavo para hacerlo)… ¿un pollo
sin un pavo?
Esto va a acabar fatal.
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