Manual de supervivencia anti spoiler
Hoy es el día en el que la división social se hace más evidente. Se abre la fractura entre dos Españas que reman en sentidos opuestos. Nos convertimos en los de allí y los de aquí. Me refiero a los que han visto el primer capítulo de la cuarta temporada de Juego de Tronos y los que prefieren esperar para poder ver varios capítulos seguidos. (¿De qué pensabais que estaba hablando?)
Yo, Pollo sin Brazos, pertenezco a estos últimos. Prefiero poder ver varios capítulos seguidos. Nunca se me ha dado bien seguir algo semanal, mensual o analmente (no es una errata). Los del primer grupo no tienen problema alguno. Cabalgan a lomos de la actualidad más inmediata y esto les permite viajar en paralelo con otros congéneres.

Son muchos, muchísimos, y tienden a no poder frenar una imperiosa necesidad por compartir todos los highlights del capítulo que vieron el día anterior (eso si no han tostado previamente el Twitter). Lo comprendo, de verdad. Es inherente al ser humano la necesidad de relacionarse con otros a través de los aspectos comunes que os unen, pero, ¿es también inherente al ser humano la necesidad de tocarle los cojones al que no ha visto NADA de la serie que sea?
¡¡Atención si no has visto la 3º temporada de Homeland no veas este vídeo.
Es un spoiler de una reportera en directo!!
Sé que no todo el mundo es igual. De hecho tengo algunos compañeros de granja que ya están sobre aviso y evitan hablar del mencionado capítulo cerca de mi… desafortunadamente, no es ese el caso de una gran mayoría que ya sea por despiste, mala baba o por hacerse el “yo soy más guay que tú porque lo he visto antes” acaban soltando alguna perlita en formato spoiler. ¿Llegará el día en el que no existan spoileadores? Yo creo que no, no hay esperanza.
Por eso queridos amigos, aun a riesgo de ahondar más en la fractura de las dos Españas, incluyo a continuación una serie de medidas preventivas y defensivas, que evitarán el más que posible encuentro con un potencial spoileador al que a partir de ahora también llamaremos bocazas.
1) Falta de higiene personal. No te duches, no laves la ropa. Es muy probable que así nadie
se te vaya a acercar. No está probado si funciona con los spoileadores, pero no tenemos
razones para pensar que carecen de olfato.
2) Si el bocazas aun así sigue acercándose a ti, aíslate. Usa tus cascos y escucha música.
¡¡Cuidado con las pausas entre tema y tema!! El spoileador tiene la capacidad de hablar
justo cuando la música se ha acabado. Es mejor escuchar sesiones enteras.
3) Los lanzallamas también se han visto afectados por la crisis y esto ha hecho que sus
precios hayan bajado. Es fácil conseguir uno. A la hora de usarlo basta con un par de
ráfagas cortas para ahuyentar al spoileador, si no funciona, quemar vuelta y vuelta al
punto. Puedes usarlo con varios bocazas a la vez.
4) Emigra. Viaja a un país donde no entiendas ni papa. El spoileador deja de serlo cuando
no comparte idioma con la victima. Atención: algunos spoileadores están aprendiendo el
lenguaje de los signos para subsanar el problema del idioma.
5) Si nada de esto funciona. Desiste. Ríndete. Son muchos y organizados. Eso si, por el bien
de tu salud espiritual, permítete de vez en cuando algún alivio. Coge cualquier objeto
contundente que tengas cerca y tiraselo. Nunca conseguirás vencerlos, pero el gustazo
que te pegas no te lo quita nadie.
Escrito a mano por Pollo sin Brazos.
Otra solución es meterte en una jaula de periquitos... ahí no se acerca ningún spoiler... comprobado!! Paa algo los periquito son amigos de la infancia de pollito sin brazos pío pío...
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