martes, 14 de abril de 2015
¿Dónde han quedado las siglas? By LaPutavieja.
¿Dónde han quedado las siglas?
Hoy me paré a ver el amplio espectro politico que llenará páginas y páginas web o de papel durante las campañas electorales.
Nombres que correrán de boca en boca de periodista, locutores, tertulianos e incluso de nuestras propias tertulias a pie de calle.
Pues bien, mirando, leyendo y escuchando, he encontrado nombres que huyen de las siglas, nombres que buscan la inmediatez, el toque directo. Los nuevos partidos encontrados huyen de los clásicos rasgos de las políticas de los siglos XIX y XXX.
Ya no hablamos de socialismo socialdemocracia, comunismo, nacionalismos, centro, derechas o izquierdas.
Ya nadie busca colocarse en uno u otro lado. Ya nadie busca defender banderas o ideologías.
Hoy sólo se aspira a convencer a desangelados y desubicados ciudadanos que carecen de representación en los clásicos.
El fin de esta nueva sociedad es alcanzar la diana de un solo tiro.
Directo a la yugular. Pero esto no sólo ocurre en la política, también lo vemos en el resto de las cosas cotidianas. Todo ha de ser rápido directo y sencillo para que no nos de tiempo a pensar en nada.
Nos embelesan con mensajes directos, concisos y que no permitan cuestionarlo, que suene a palabra/mensaje imbatible, firme e inderrumbable.
El control sobre nuestras mentes se hace sin sutilezas y nos lo envuelven en el mejor de los embalajes, el de la comodidad: no piense usted, ya lo hacemos por usted, sólo deberá asentir y claudicar.
Ahora, los ciudadanos, podemos ser nacionales, de una u otra autonomía, somos seres con voz, o sin ella, pero a fin de cuentas somos como las sopas de hoy en día: instantáneos.
Ya saben, nos meterán la pastillita concentrada por el culo y unos minutos en el microondas de los tertulianos y.....votante hecho, listo para ser utilizado en las próximas elecciones.
Creo que algo nos falta. Creo que la comida instantánea no es la mejor manera de conseguir la alimentación perfecta. Como las buenas lentejas, la política ha de hacerse con buenos ingredientes naturales, sin prisas y con tiempo, echando mano de las recetas de siempre aunque las cocinemos en nuevos recipientes, pero a fin de cuentas, aunque la vida evolucione, hay cosas que deben hacerse siempre con cabeza y sensatez, con los pies en la tierra y sin palabrerias vacías de cordura y sólo llenas de prontitud como una pastilla de caldo concentrado.
Si es que lo bien hecho, bien parece,....la política y las lentejas.
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