El banco no es tu amigo
Me he dado
cuenta en en estos días de encierro que entiendo cada vez mucho más el poco
cariño que le tengo a la televisión. Si antes ya veía poco la tele, ahora con
esta situación, aunque parece que invite a consumir mas producto televisivo,
ejerce el efecto contrario. Y es que si paseas por los mil canales que se cuela
en nuestras pantallas, todo es puro producto enlatado y repetido por enésima
vez en cada cadena, pero no que se haya repetido el año pasado, el mes pasado,
es producto que se repite incluso en la misma semana.
Pero no, hoy no
hablaré de la programación televisiva que a fin de cuentas poco me interesa.
Hoy me voy a detener en la publicidad. Creo que ha bajado, o como las series,
se repite y se repite con los mismos anunciantes. Y los mas prolijos en la
pequeña pantalla son las entidades bancarias, sí los dichosos buitres
bancarios.
Dice el refrán
que a río revuelto ganancia de pescadores, yo lo actualizaría y diría
que ganancia de los bancos, ganancia de los banqueros mejor dicho.
Si dedicas un
ratito, ya que ahora nos sobran unos cuantos, a ver esos anuncios de entidades
bancarias ves como venden su imagen, su negocio, con la mejor de sus caras con
una imagen más exagerada que la de siempre, están maquillando su imagen de buenismo,
están aumentando con creces esa falsa e hipócrita humanidad que
insistentemente, dicen que corre por sus venas. Dudo que tengan corazón para
bombear algún tipo de sangre.
Nos vocean con
dulces palabras, con inocentes verbos, con música embriagadora, que ahora están
ahí, para ser nuestros amigos, nuestros aliados, nuestros salvadores, el airbag
de la catástrofe que se nos avecina. Van a ser los héroes de grandes
empresarios, de autónomos y de los curritos apaleados por las empresas y
que les cuesta llegar a fin de mes. Héroes de los que perdieron o perderán su
puesto de trabajo cuando esta situación no vuelva a la normalidad, si no que
cambie y se reinterprete arrasando a muchos y muchas por el camino.
La situación es
complicada y se complicará muchísimo más y como siempre, saldrán beneficiados
los que mueven los hilos de la economía, los bancos y sus banqueros, las
grandes fortunas que llorarán por su sistema financiero mal gestionado y que se
verá apuntalado por las ayudas públicas. Porque esas ayudas caerán en manos de
grandes y pequeños negocios, y los que acabarán llenando sus bolsillos serán
las entidades bancarias que cargarán grandes gastos y comisiones por gestionar
nada, que exigirán contratar seguros para alcanzar las ayudas públicas, que
esclavizarán a sus clientes de mil formas para incrementar su beneficio cuando
más hundido está su siervo necesitado.
Seguirán
publicitando sus mensajes de amor, de bellos lazos y de apoyo, de soporte y
calma, de amigos y aliados pero siempre esconden algo en su conocida letra
pequeña, siempre tienen el puñal bajo la manga y cuando menos nos lo esperemos
nos darán esa puñalada que me temo no es tan inesperada.