viernes, 28 de noviembre de 2014

De saldos estamos ¡oiga! by La PutaVieja



De saldos estamos ¡oiga!



"Mira guapa,  que llevo  la braga de moda  y dos por una" Eso es lo que  oigo  gritar  desde  mi ventana  esta mañana.  Es día de mercadillo en mi barrio.
Un poco mas  lejos, alguien proclama como el precio de las cebollas está casi por los suelos. Y no se trata de  una cebolla  común sino de las de calidad, las mejores que uno pueda querer y pueda encontrar. Las voces que anuncian chollos y exquisiteces, se pisan unas a otras  intentando seducirnos con sus  mejores productos  o al menos con sus mejores palabras.
Y he de reconocer que esta escena que se repite cada sábado bajo mi ventana,  me recuerda  a algo demasiado  familiar. Me trae ciertos recuerdos que periódicamente se repiten en mi vida y  en la tuya. Sí,  y de nada servirá que te escondas porque acabará llegando  quieras  o no. Exacto, has acertado, se trata de esa etapa en la cual  piensas que has pasado a vivir en un cuento de hadas y que a pesar de la mierda que te rodea, quienes te hablan, abrirán las puertas de un mundo nuevo sacándote de tu círculo de oscuridad. Y a esa fase la denominamos...."campaña electoral" (léase esto último acompañado de unos estridente tonos instrumentales de película de miedo)



  amigos, en breve nos regaran por todas partes con el inimaginable maná creado por todos los partidos del espectro  político de nuestro país. Nos venderán sus maravillas  y bondades, se darán golpes de pecho encumbrándose en sus deseos de cambio y renovación, nos prometerán una vida paradisíaca llena de luz, verdades, mucho amor, respeto y protección  en brazos de un poder local, autonómico o estatal.
Comienza en breve el dos por uno de la política,  el proceso de venta de ilusiones, mentiras, falsas expectativas y nobles bondades. Y todo ello aderezado  por el lanzamiento de bombas fétidas contra los oponentes. Con sus mejores palabras, sus cuidados  gestos, sus luminosas sonrisas, los aspirantes políticos desde sus estrados o a pie  de calle, pondrán  en su "mercadillo" esas frutas sazonadas de mentiras para captar votantes.



Y además, los actuales tenedores del goloso poder, aprovecharán estos meses previos  para, sin vergüenza alguna "comprarnos" con pequeñas golosinas.  Inauguraciones de espacios públicos que  finalmente se abandonarán, soluciones a corto y medio plazo que nunca se confirmaran o limpiezas de "fachadas" que nunca quedaran limpias al contener las más indignantes basuras.




Igual seria mas convincente aquel candidato que a pesar de todo, sea capaz de mostrar la verdad aunque no guste a nadie. Pero al final, lo que realmente vende es la cinta en los ojos, esa que nos impide ver lo que no nos gusta y nos pinta una vida llena de ilusiones. 




Miedo me da lo que se nos acerca. Mientras tanto creo que voy a bajar a echar un ojo a esas cebollas que tan insistentemente ofertan en la calle. Sopesaré  si merece la pena o no comprarlo, no me dejaré llevar únicamente por el mensaje del vendedor o por su cara bonita, no quisiera que el también me engañara.


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